domingo, 18 de abril de 2010

Otra vida, otro mundo.

Riviera Maya...me encantaría poder describir el viaje. Pero me pongo a pensarlo y es una mezcla de sensaciones y de momentos tan especiales que seguro que no puedo hacer que os lo imagineis, ni siquiera una cuarta parte de la realidad del viaje.

La verdad es que fue un viaje muy pesado..para todos excepto para mí, es lo que tiene dormirse 10 horas en un avión.
Y bueno llegamos por fin al ¿paraiso? y...sol, calor, piscinas y playas (= a bikinis y chicas), cocktails, música, amigos, relax y no hacer nada que es algo que me fascina (esto último no lo he descubierto recientemente)
En resumen, pasábamos la mañana jugando al voley en la playa, las tardes en la piscina bebiendo y bebiendo, las noches...uufff las noches daban mucho de sí...en el pub del hotel, en el "sport bar", en las discotecas de Playa Del Carmen...y con final de nuevo en la piscina, a las tantas, con las estrellas y la luna de testigos y en buena compañía. Cuando aclaraba el día nos acostábamos y al dia siguiente..vuelta a empezar..que faena!! jajaja

La sensación al levantarse en un paraíso tan diferente a lo que estamos acostumbrados me hacía creer vivir otra vida y en otro mundo, al que muy pronto me adapté, un sueño del que era muy fácil no despertar pero con un final ya escrito...
La vuelta a casa. Bajón por la rutina, las prisas, los horarios, las clases...la lluvia, las chaquetas...añoro mi chanclas, mi bañador...he vuelto a la realidad, a mi día a día.

Pero eso sí...no cambio por nada del mundo ni un solo segundo "mi viaje".

Y, bueno en realidad todo lo bien que me lo he pasado en este viaje se lo debo a muchisima gente, porque me he reído como nunca y he pasado momentos que nunca olvidaré...tengo muchas anécdotas que contar e instantes guardados en la memoría de un viaje que por muchas razones ha sido inolvidable.

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