Sr. Director:
"Lamento comunicar públicamente que he decidido pagar un 5% menos en el recibo mensual de la hipoteca que tengo con el banco. Ha sido una decisión muy difícil, pero es imprescindible que recorte gastos para salvar mi economía. Debo reducir mi déficit.
Mejor así que no verme abocado a dejar de atender los recibos con el consiguiente contagio que sufrirían las cuentas de mi entidad bancaria. La espiral que generaría sería peligrosísima. Otra burbuja, vamos.
Por otro lado el precio de mi vivienda es un 20% inferior a la tasación que mi banco me obligó ha hacer, por la cual me cobraron 300€, entiendo que no considerarán excesivo el porcentaje de descuento que comunico. Tan pronto compruebe que los brotes verdes que voy atisbando en el huertecillo que sembré en el patio de mi casa se han consolidado revocaré mi decisión. Qué nadie dude que lo haré. Pero hoy no...¡Mañana!.
Otra de las causas que me han forzado a tomar esta decisión ha sido el hecho de que mis suegros, pensionistas, temen verse en la obligación de dejarme dinero y los banqueros saben mejor que nadie que no tiene sentido prestar capital si no es para conseguir beneficio. Además cosas del destino, les han comunicado recientemente que, el próximo año, sus ingresos no van a revalorizarse. Se han quedado congelados y sin TDT.
En situaciones como esta es cuando todos debemos arrimar el hombro, por lo que pido al banco comprensión y solidaridad. Soy yo el más afligido y le hago saber que ya he tomado otras decisiones desagradables como el no irme de vacaciones. El del hotel está hundido con la noticia."
Qué mal se están haciendo las cosas, todo del revés diría yo. No queda otra que ponerle el mejor ingrediente de todos a las "desgracias", el humor. Aunque la situación es alarmante y no parece que haya nadie con un poco de coherencia para arreglarlo. Yo por si acaso creo en Dios, no en la política.
