viernes, 9 de julio de 2010

La magia de las estrellas

Nunca me ha interesado la astrología, el espacio, el cosmos...veo allí arriba un mundo paralelo infinito sin límites y que tiene un estudio incalculable y una extensión descomunal, por eso pienso que es asombroso pero a la vez oscuro y aterrador.


"Universo" es una palabra que abarca tantas cosas que incluso la mente no puede ni imaginarlas todas. Mi opinión es que si todavía no entendemos muy bien que es lo que pasa aquí en nuestro minúsculo planeta es inverosímil adentrarse a profundizar en el espacio exterior. Una utopía para el ser humano.

De todas formas hay algo que me encanta, y es mirar las estrellas en el cielo, sobre todo me gusta hacerlo acompañado, pues parece que ese momento adquiere otro matiz diferente y todavía más fascinante, una intriga y un ambiente de incertidumbre que une a dos personas cuando tienen su mirada puesta en las chispeantes y luminosas estrellas.
Custodia la noche con cautela y cuidado, es silenciosa y limpia, la luna también es digna de admirar porque siempre es la misma y cada día es diferente. Observar el misterioso cielo me resulta alucinante.

Compartir ese momento en silencio con alguien especial: dando un paseando, o desde el balcón, tumbados sobre la hierba, en el balancín, desde la piscina, sentados en un banco o desde el tejado de casa...lo es todo.

Cuando desde la soledad de la noche siento la necesidad de ver, sentir, abrazar o besar a una persona, la encuentro allí, entre todas aquellas estrellas desordenadas del firmamento y sonrío, sospecho que de alguna manera me acoge y me siente. Esa es la magia de las estrellas.

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